Artículo: Lost Judgment, o la veracidad de la justicia

Desde el primer momento en que empecé a sumergirme en el mundo de Lost Judgment (aquí el análisis en AKB de Iván), una pregunta inquietante empezó a rondar mi mente: ¿cuál es el límite de la justicia? La trama del videojuego de SEGA, que aborda temas complejos y controversiales, no solo me dejó absorta en su narrativa.

Lost Judgment_20210910191729

También me llevó a reflexionar sobre la naturaleza de la moral en el contexto de la búsqueda de la verdad y la justicia.

“Ojo por ojo, diente por diente”
Ley del Talión.

En este universo virtual, encarné a Takayuki Yagami, un antiguo abogado e investigador que no duda en adentrarse en el oscuro submundo de la sociedad para buscar la verdad y hacer justicia. Pero, a medida que se avanza en la trama, empecé a cuestionar la validez de sus métodos. ¿Hasta dónde está dispuesto a llegar un hombre en su lucha por la justicia? ¿Es aceptable infringir ciertas normas para alcanzar un fin noble?

Uno de los dilemas más apremiantes que experimenté en Lost Judgment fue el conflicto entre la búsqueda de la verdad y el respeto por la ley establecida. En mi camino hacia la justicia, me encontré en situaciones donde las líneas entre lo correcto y lo incorrecto se desdibujaban. Mis decisiones, a menudo difíciles, no solo afectaban el destino de los personajes del juego, como la profesora Sawa, sino también mi propia percepción de la moralidad.

El juego también destaca la importancia de la empatía y el entendimiento en la búsqueda de la justicia. A medida que interactuaba con los diversos personajes, me di cuenta de que cada uno tenía su propia perspectiva y motivaciones. Esta experiencia virtual sirvió como recordatorio de que la justicia no siempre es una cuestión de blanco o negro, sino una compleja red de grises que requiere sensibilidad y comprensión, como demuestra el personaje de Kuwana.

El aspecto más revelador de Lost Judgment es su capacidad para desafiar mis preconcepciones sobre la moral y la justicia. Cada giro inesperado y cada dilema ético me confrontaron con la fragilidad de mis propias convicciones. Me enseñó que, en la búsqueda de la justicia, es crucial cuestionarnos a nosotros mismos y nuestras creencias, para no perder de vista el objetivo de un mundo más equitativo.

Por otro lado, Lost Judgment trasciende la etiqueta de mero entretenimiento para convertirse en una experiencia introspectiva y enriquecedora. Me instó a cuestionar y repensar mis propios conceptos de moral y justicia, recordándome que, en la búsqueda de un mundo más justo, no podemos permitirnos perder de vista nuestra propia humanidad. ¿O sí?

El videojuego presenta una narrativa que se entrelaza de manera interesante con las teorías de la moral de Kant. La filosofía ética de Kant se centra en el deber y la universalidad de las normas morales, y esto se refleja en las decisiones que el jugador debe tomar en el juego.

Al personificar a Takayuki Yagami, nos enfrentamos a dilemas éticos que exigen una reflexión profunda sobre el deber y la moral. Kant argumentaría que las decisiones de Yagami no deben basarse en consecuencias o emociones, sino en el cumplimiento de un deber inquebrantable hacia la justicia. Este enfoque se asemeja a la rigidez moral que Kant defendía en su ética deontológica.

Asimismo, la noción de respeto por la dignidad y autonomía de los individuos es un tema recurrente en Lost Judgment. Kant sostenía que los seres humanos deben ser tratados como fines en si mismos, y no como medios para alcanzar un objetivo. Esto se refleja cuando Yagami se enfrenta a situaciones que implican la protección de la integridad y dignidad de los personajes del juego, aunque al final no lo logre.

La idea de que la moralidad no puede ser comprometida por circunstancias particulares también resuena en el juego. Kant argumentaba que las normas morales deben ser aplicables universalmente, independientemente de las situaciones concretas. Este principio se pone a prueba cuando Yagami se ve enfrentado a decisiones difíciles en un entorno moralmente ambiguo. ¿Dónde quedan entonces el deber y la verdad? ¿Cómo se manifiesta la dignidad humana? Son preguntas sin respuesta que rondan a los personajes del juego y que debemos responder nosotros como jugadores desde nuestra experiencia personal.

Además, el juego también aborda temas de corrupción, abuso de poder, acoso escolar y los límites de la ley en la búsqueda de la justicia. Estos elementos añaden una capa adicional de complejidad a la representación de la criminalidad en el juego, lo que permite al jugador explorar los grises morales que a menudo rodean este tema. Lost Judgment ofrece una poderosa reflexión sobre la veracidad de la justicia y los daños colaterales que a menudo acompañan a la búsqueda incansable de la verdad.

Mediante Yagami, enfrentamos la cruda realidad de que la justicia no siempre es un camino claro y recto. En la búsqueda de la verdad, surgen dilemas éticos y morales, y vemos cómo las decisiones bien intencionadas pueden tener consecuencias inesperadas y a menudo dolorosas. El juego nos recuerda que la justicia no es una entidad abstracta e infalible, sino una empresa humana sujeta a imperfecciones y limitaciones. A veces, incluso el camino correcto puede llevar a resultados no deseados, subrayando la complejidad y la profundidad del sistema de justicia en la vida real, en concreto, de la rigidez del sistema japonés.

El videojuego nos insta a cuestionar y reflexionar sobre la verdadera naturaleza de la justicia y a reconocer los daños colaterales que pueden surgir ante la veracidad de la justicia. ¿En conclusión? La justicia es ciega, traicionera, ladina. Como diosa, nos urge a participar de la misma no siempre desde la ley, no siempre desde la moralidad, sabiendo que siempre habrá daño.

Almudena Anés (Linkedin) es una narradora española especializada en arte, videojuegos e identidad. Trabaja desde la escritura para indagar la fragmentación y el simulacro.

  1. Gran artículo Almudena!

    A mi este Lost Judgment me pilló delicado y vi reflejado esas mismas dicotomías de lo que es justo y no y, estoy seguro, de que me habría ayudado haberlo jugado en mi adolescencia.

    • También decir que Netflix tiene una serie llamada The Glory que también ahonda en estos temas (más centrado en el bullying) y en si es justo vengarse o no.

  2. Estupendo artículo, Almudena, muy interesante.

    El tema tocado es fundamental, pero no estoy en disposición de extenderme y coincido con tu reflexión. Eres un soplo de aire fresco en esta santa casa, en la que yo llevo ya 17 años.

    El juego lo tengo hace tiempo, como también el Judgment, y si bien apenas los probé unas horas, cuando decidí comprarlos fue porque, tras informarme ampliamente, llamaron mi atención. Muy recomendables.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

doce − 4 =