Análisis de Lost Judgment: mucho más y mejor

La nueva entrega de este mal llamado spinoff de la saga Yakuza vuelve a nuestras consolas de la mejor manera posible. Y esto es reuniendo todo lo bueno de la primera entrega y corrigiendo gran parte de pequeños lastres que nos encontrábamos en la anterior aventura de Takayuki Yagami, nuestro protagonista.

Lost Judgment_20210910191729

Por si fuera poco, se ha añadido casi todo el contenido secundario imaginable que nos hace pensar que Lost Judgment es una de las entregas definitivas del mundo de la saga Yakuza.

La agencia de detectives Yagami cambia de ciudad…

Gran parte de esos lastres que mencionaba en el anterior párrafo es porque Kamurocho se nos hacía ya pequeño. Hemos pasado más de quince años recorriendo sus calles y nos lo conocemos al dedillo. De hecho una de las cosas malas del primer Judgment era eso mismo, que este barrio basado en el Kabuki-cho de Shinjuku no podía dar más de sí justo en una entrega en el que podíamos explorarla ya incluso a golpe de dron.

En esta ocasión, con la excusa de reunirnos con un par de secundarios conocidos para investigar un caso en un instituto, dejamos nuestro querido Kamurocho para trasladarnos temporalmente a Ijincho, el barrio de Yokohama en el que pasábamos la mayor parte de la ya mítica epopeya de Ichiban en Yakuza Like a Dragon.

Si habéis jugado a esa entrega, sabréis que la extensión de Ijincho triplica lo que es Kamurocho y las demás ciudades que se han visto en anteriores juegos de Yakuza. Por lo que se agradece este cambio de aires aún teniendo muy cercana la salida del JRPG de Ichiban. Por supuesto, gran parte de los añadidos en Yokohama están disponibles o se han trasladado allí (como las carreras de drones). Aunque el mayor de todos, y esto es nuevo en la saga, es la posibilidad de recorrer ambas ciudades con un monopatín. Parecerá una tontería, pero me ha parecido un «puntazo» enorme poder moverme de esa manera por estas recreaciones virtuales de Japón. 

Aunque debo decir que hay una pequeña parte del sur del mapeado que no está accesible, bien es cierto que hay una nueva localización que añade más contenido, aún perdiendo ese trozo de mapa. Me refiero al instituto de secundaria, un lugar en el que pasaremos horas gracias a sus numerosas actividades y donde ocurre parte de la trama principal. Con decir que, aún teniendo 60 horas jugadas, todavía me pierdo en sus pasillos…ya os podéis hacer una idea.

…pero hay cosas que no cambian

Porque las calles siguen infestadas de “malotes” que vendrán a por nosotros en cuanto nos vean. Como ya sabréis, ahora la saga Yakuza se iba a centrar en combates por turnos, mientras que Judgment iba a seguir con la jugabilidad beat em up “clásica” del arco de Kazuma Kiryu. Por lo que en Lost Judgment, para defendernos de estos ataques, contamos con este último tipo de mecánicas. Además, siguiendo esta inercia de novedades que abunda en esta entrega, se ha añadido un cuarto estilo de combate que añade muchísima variedad al conjunto. Sí, todavía más.

De hecho, creo que no me equivoco al afirmar con rotundidad que estamos ante el mejor sistema de combate de los juegos del Ryu Ga Gotoku Studio. Y es que veremos magníficas coreografías de kung fu por parte de Yagami, nuestro abogado-detective que en esta ocasión se ve otra vez envuelto en una trama principal muy peliaguda que, a priori no lo parecía en un principio.

Si en la primera parte todo empezaba con un simple caso en el que teníamos que investigar un incidente entre yakuzas, en esta ocasión tendremos que adentrarnos en un instituto privado para dar con una solución a un caso de bullying. Pero como pasaba en Judgment, esto es solo el inicio de una trama que se adentra en terrenos que no suelen verse en producciones con presupuesto.

Eso sí, debo reconocer que la historia principal me estaba preocupando al paso de las primeras horas de juego. No porque no fuese interesante, que lo era, sino porque me en esos primeros capítulos me estaba dando la impresión de que trama estaba yendo demasiado rápido. Y más sabiendo cómo la saga siempre ha optado por contar sus historias a su ritmo. Si a esto añadimos que la estructura de estos primeros compases era casi siempre ir de punto A a B, junto a alguna zona de donde tendremos que luchar y la secuencia de inicio/final de capítulo, pues tenía la mosca detrás de la oreja. Pero bueno, a partir de cierto momento todas mis dudas y preocupaciones se desvanecieron en este aspecto.

Novedades y contenido a mansalva

Aún con todo, en las primeras horas de la historia sí que nos encontramos algunas de las novedades que se han añadido a esta entrega. Por ejemplo, en algún momento que otro utilizaremos las mecánicas de investigación que ya habían en el primer Judgment, con alguna que otra novedad en forma de dispositivos de investigación. Otra de los añadidos es que ahora hay zonas en los que tenemos que escalar por edificios y fases de sigilo que, no están mal, pero solo sirven para dar algo de variedad a estas fases de trama sin ser nada del otro mundo. 

Por cierto, ya no hay apenas misiones de seguimiento de incógnito, uno de los aspectos más criticados de la primera parte. En contraposición a esto, sí que he notado más misiones de persecuciones, que prácticamente se mantiene iguales que en la primera entrega. Tampoco “haces barrio” como en Judgment, me refiero a eso de hacer secundarias para ganarte la confianza de gente de Kamurocho, lo cual me parecía un punto fuerte de aquel juego. Pero al final no se echa tanto en falta gracias a todo el contenido que proporciona la subtrama del instituto.

Aulas conflictivas, pero llenas de cosas que hacer

Antes decía que el argumento no deja de ser interesante porque trata todo el tema del bullying de una manera bastante sorprendente, aunque no dejan de haber situaciones un poco increíbles marca de la casa. Pero que una desarrolladora como Sega apueste por este tipo de tramas es un punto muy a su favor. Eso sí, bien es cierto que todas las tramas principales de Yakuza y Judgment siempre son de este estilo y que tratan temas contemporáneos (salvo Yakuza Zero, que trataba ciertos aspectos de la sociedad japonesa pre-estallido de la burbuja), pero en esta entrega sí que he notado que el atractivo entre las secundarias y la trama principal se decanta hacia un lado de manera descarada. Por lo menos durante gran parte de lo que dura el juego.

Esto viene porque el fuerte de esta entrega, sin duda, es todo lo que rodea al instituto de secundaria donde Yagami pasará gran parte del juego. Y la razón es porque una gran parte de todas las secundarias principales que suelen haber en la saga, se han reunido en una misma subtrama relacionada con el club resuelve-misterios que preside Amasawa, una de las mejores personajes que ha habido en la saga Yakuza/Judgment. Aquí es donde está prácticamente toda la chicha del juego y donde más horas pasaremos sin duda, ya que Yagami ha terminado trabajando allí como monitor de dicho club. 

Aquí es donde tendremos que investigar a un tal “Profesor” al que acuden ciertos alumnos del instituto para que se cumplan hechos malintencionados. Por eso Amasawa nos hará infiltrarnos en clubes como el de baile o el de robótica para resolver qué está pasando y dar con ese misterioso personaje que está poniendo en peligro a gran parte de la “chavalada”. 

Pero no solo eso, también tendremos que irnos fuera de ese centro para recalar en sitios tan dispares como un local de boxeo lleno de ex-convictos (y que tiene uno de los mejores minijuegos de la saga) o incluso formar parte de un clan Bosozoku en el que tendremos que superar carreras de motocicletas como si de un Road Rush se tratara. En fin, ya descubriréis todo lo que podéis hacer en este tremendo complemento a la trama principal de Lost Judgment que encima deja «momentazos» marca de la casa que nos sacarán alguna que otra carcajada.

Acabando

Si eres de las personas que juega a Yakuza o Judgment por la historia, Lost Judgment no te decepcionará. La trama es muy seria y más dura de lo que estamos acostumbrados (aunque no tanto como me hacían pensar algunos análisis), que trata una de tantas lacras que hay en cualquier sociedad. Pero si además disfrutas del contenido secundario de estos títulos de Sega, Lost Judgment te parecerá la mejor entrega de todas. 

Además del upgrade jugable (y gráfico) que ha habido, también se incluyen más minijuegos que nunca. Porque esta entrega está llena de arcades clásicos de la compañía (con títulos que debutan, como Sonic The Fighters). Pero además hay hasta una Master System funcional con diez juegos de la mítica consola (algunos descargables vía DLC). Y sin olvidar todas las actividades del club resuelve-misterios entre otros, que son solo una pequeña parte de lo que nos podemos encontrar en Lost Judgmentun título que se merece estar en todas las quinielas del Juego del Año. Imprescindible. [95]

 

  1. Yo ya con el primero aluciné, pero con este me lo estoy pasando genial. Es un juegazo con todas las letras. Largo, entretenido, con carisma, nunca se hace pesado andar por las calles o hacer misiones secundarias, para mí, GOTY asegurado por ahora.

  2. Uno de los varios grandes a los que tenía ganas y tengo por fin pedido, esta vez junto con Scarlet Nexus y NieR Replicant. Todo lo que fui viendo y leyendo sobre él fueron flores, huele a juegazo.

    Muchos títulos buenos este año, no se puede llegar a todos lados de salida ni hay tiempo para jugarlo todo. Y parece que 2022 será mejor… 🙂

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

7 + 18 =