Cuando el primer libro semestral de Mondo Pixel salió al mercado, John Tones, con el que había coincidido en un par de eventos, me escribió para adelantarme que iba a recibir una copia en breve y que le encantaría que le comentara, una vez leída, lo que ella me parecía. Fruto de la lectura he ido recolectando pequeños extractos para recordar, pero me he abstenido, más o menos, de llegar a un veredicto antes de acabarla. Pues bien, ya lo he hecho y debo decir que Mondo Pixel vol. I se me antoja como la perfecta excusa para reflexionar sobre los videojuegos. Las reflexiones que hay en el libro son incontables y, aunque reconozco que no coincido con muchas de ellas, lo cierto es que da gusto encontrar una obra tan seriamente planteada con 256 páginas a rebosar de impresiones, evocaciones y frases solemnes.




Que bonica... la cámara, digo


