Granblue Fantasy Versus: Rising, un fighting game a tener muy en cuenta

Una de las franquicias móviles de Cygames más famosas de Japón (junto al peculiar Uma Musume y Princess Connect) vuelve a retomar con Granblue Fantasy Versus: Rising su vertiente fighting

A cargo de Arc System Works, nos obsequian esta vez con una entrega más completa y mejorada del juego base que salió en 2020, siendo, además, bastante amigable en cuanto a dificultad y mucho más generosa en cuanto a contenido.

Una versión mejor acabada

Como mencionaba, estamos ante una versión mejorada de Granblue Fantasy Versus, la entrega «base» de este Rising y que salió en 2020. En él ya nos encontrábamos con gran parte de las virtudes presentes en esta revisión: un irresistible apartado gráfico a cargo de Arc System Works (mejorado en esta nueva versión), jugabilidad bastante accesible y que además contaba con un curioso modo historia con evidentes elementos RPG.

Eso sí, dicha versión iba bastante justa en cuanto a contenido ya que solamente contaba con una decena de personajes (frente a los 28 de esta nueva entrega) y solamente ampliables mediante dlcs algo caros. Todo unido a la falta de más modos multi y una alarmante variedad de escenarios (además del quizá poco atractivo en occidente de la franquicia) finalmente quizá pasó algo desapercibido en comparación con otros juegos del estudio. Pero casi todo esto se ha subsanado en esta revisión en gran medida. 

Una buena puerta de entrada al mundo de la lucha

La verdad es que jugablemente me preocupaba por si se parecía a Guilty Gear, ya que es una saga que no se me da especialmente bien. Pero el nivel (o la barrera de entrada más bien) de Granblue Fantasy Versus: Rising ciertamente es más bajo de lo que esperaba. No solo me refiero al nivel de la IA, sino por la facilidad de combear y ejecutar los llamativos ataques especiales (llamados Arcano) cuando nuestra barra de poder se llene al completo ya que se hace simplemente pulsando L1+R1. Como tantos otros juegos de lucha, este tipo de ataques son cruciales en el combate por su capacidad destructiva ya que como mínimo quita un cuarto de la barra de vida del oponente, más todavía si ejecutamos este ataque cuando nos quede poca vida.

Sobre esto mismo, es evidente que los personajes son muy variados. Y no solo hablo por sus diseños, sino incluso jugablemente, algunos bastante originales en su manejo como Lowain, que utiliza a sus dos hermanos para ejecutar ciertos movimientos; Anre, que gracias a su lanza es bastante defensivo, o Nier, que se ayuda de un demonio para atacar en tándem (un poco a lo Jo Jo´s Bizarre Adventure de Capcom).

Aún con todo, todos tienen un mismo patrón en su manejo, ya que cada luchador cuenta con tres botones operativos relacionados con la intensidad del ataque, uno relacionado con ataques especiales y otro asignado a uno más potente de lo habitual. Por supuesto, todos estos botones combinados con otros y/o acompañados con movimientos de cruceta harán diferentes variaciones de ataque.

Generoso en cuanto a modos para jugar solo…

Para un jugador lo cierto es que hay más modos de los que esperaba. Tenemos el típico modo arcade donde nos enfentaremos con hasta 7 oponentes hasta llegar al jefe final. Aquí, cada vez que acabemos con un rival tendremos la oportunidad de elegir al siguiente teniendo en cuenta que podemos optar por enfrentarnos a un oponente más fácil o más difícil según el feeling del último combate.

Además del multijugador local y un modo entrenamiento, la verdad es que se agradece que haya otro modo para un jugador bastante más extenso de lo que esperaba. Se trata del modo Historia, donde se nos contará mediante diálogos (en español) a lo visual novel tanto el arco de la historia del juego base, así como el episodio extra que salió como DLC en su antecesor y una nueva para esta edición del juego y que sirve como continuación. Entremedias combatiremos en una suerte de beat em up bastante básico, con elementos RPG, que nos servirá sobretodo para saber ejecutar algunos combos frente a diversos oponentes. 

…Y acompañado

En este modo también nos enfrentaremos con jefes finales, aunque aquí la jugabilidad vuelve a ser un juego de lucha 2D puro y nuestros rivales no solo serán personajes del modo arcade, sino que también aparecerán otros exclusivos más afines a este tipo de juegos.

Eso sí, aunque suene bien, hay que decir que este modo se vuelve bastante pesado y repetitivo. Quizá si se hubiese hecho como un beat em up tradicional con un ritmo más lineal y sin interrupciones hubiese funcionado mejor, por lo que he tenido que ir dosificando mi entrada a este modo para no quemarme.

Quizá a sabiendas de esto mismo, Arc System Works y Cygames<&b> nos han obsequiado con muchos más modos jugables para invertir nuestro tiempo de una manera divertida. Por ejemplo resulta que hay recompensas en forma de moneda del juego por cada objetivo cumplido donde podremos comprar accesorios, retratos para personalizar nuestra tarjeta online, paletas de colores para nuestros personajes y demás. El caso es que gran parte de estos coleccionables nos servirán para un modo retrato llamado Diorama donde podremos hacer fotos de los personajes modificando sus poses, armas y demás. 

Combates online

Aunque haya mencionado bastantes modos para un jugador, lo cierto es que como pasa en este tipo de juegos, la chicha está en el multijugador y será en los ranked (con Rollback netcode y crossplay) donde más tiempo pasarán los jugadores. Como curiosidad, en el modo online, hay un modo a modo de party game llamado Grand Bruise Legends que podremos recorrer con nuestro cabezón avatar y que cuenta con varios modos a modo de pruebas estilo gymkanas a lo Fall Guys, otro de partidos desenfadados de fútbol, minijuegos como máquinas de ganchos o simplemente la posibilidad de interactuar con otros jugadores para retarles o ver combates juntos en un salón arcade. Como contra, es una pena que este modo no cuente con bots o se pueda jugar de manera local con algún amigo.

En definitiva

En fin, poco más que decir. La verdad es que me ha sorprendido la variedad en cuanto a diseños de personajes y su jugabilidad. A destacar la dificultad adaptable a cada tipo de jugador, siendo bastante amigable para iniciados sobretodo. La variedad de modos tanto para jugar solo o acompañado, ya sea offline u online es de agradecer aunque el jugador avanzado obviará casi todo al poco tiempo para centrarse en los modos ranked como suele ser habitual en este tipo de títulos.

Y qué decir del apartado audiovisual, tanto gráficamente como su música épica es sobresaliente. Granblue Fantasy Versus: Rising no es perfecto (personalmente lo veo un poco limitado jugablemente, falta cierto contexto para encariñarnos con el plantel de luchadores que no arregla el modo historia y hay detalles «feos» como la falta de variedad de animaciones antes de cada combate) pero no es menos cierto que supone un gran paso adelante comparado con su antecesor, convirtiéndose a la vez en uno de los juegos de lucha a tener en cuenta gracias a sus muchas virtudes. [88]

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