Con la llegada de la Nueva Experiencia Xbox llegó también la posibilidad (no obligatoria) de instalar juegos en el disco … Sigue leyendo →

Fue en 1980 cuando pudimos leer por primera vez, en el "Sunday Times", cómo murió Iakov, el hijo de Stalin. Preso en in campo de concentración alemán durante la segunda guerra mundial, compartía su alojamiento con oficiales británicos. Tenían el retrete en común. El hijo de Stalin lo dejaba sucio. A los ingleses no les gustaba ver el retrete embadurnado de mierda, aunque fuera mierda del hijo de quien entonces era el hombre más poderoso del mundo. Se lo echaron en cara. Se ofendió. Volvieron a reprochárselo una y otra vez, le obligaron a que limpiase el retrete. Se enfadó, discutió con ellos, se puso a pelear. Finalmente solicitó una audiencia al comandante de campo. Quería que hiciese de juez. Pero aquel engreído alemán se negó a hablar de mierda. El hijo de Stalin fue incapaz de soportar la humillación. Clamando al cielo terribles insultos rusos, echó a correr hacia las alambradas electrificadas que rodeaban el campo. Cayó sobre ellas. Su cuerpo, que ya nunca ensuciaría el retrete de los ingleses, quedó colgado de las alambradas.

Call of Duty: World at War es casi un documental interactivo del final de la Segunda Guerra Mundial. Plagado de imágenes y videos históricos, muchos de los cuales son particularmente crudos, el modo Historia de COD: WaW apela al sentimentalismos, a la memoria colectiva, para poner al jugador en la piel de dos soldados ficticios, uno americano y otro ruso, y asumir el crucial papel que juegan en los diferentes episodios reales de un conflicto bélico que dejó más de 60 millones de muertos. (más…)

Otra cosa no, pero COD: World at War es crudo como él solo. Las mutilaciones y las muestras de la … Sigue leyendo →

Vídeo de Yahoo en el que comparan dos de los shooters más importantes publicados este fin de año (con permiso … Sigue leyendo →

Como si de prisioneros de guerra nos sentimos en la presentación de el ultimo Call of Duty World at War. Gracias al magnífico despliegue de medios de Activision, desde la Plaza de España de Madrid pudimos ir en Jeeps del ejercito hasta el lugar donde se tenía preparado el Evento. Eso sí, amordazados como esclavos y con la vista parcialmente mermada gracias a una bandana a lo Solid Snake, poco pudimos disfrutar del trayecto al aire libre por las céntricas calles de Madrid, y más concretamente en la Gran Vía. Todo el mundo que en esos momentos coincidía con nosotros se quedaba literalmente perplejo. Grupos de turistas Japoneses no dudaban ni un segundo en inmortalizar el acontecimiento con sus cámaras fotográficas. Incluso algunos de los coches nos cedían el paso, ya que parecíamos un ejército oficial.