Con ese título Sony ha bautizado la campaña para promocionar sus juegos dirigidos al mass market, los comunmente llamados juegos Casuals. Eye Toy, Sing Star y Buzz se pueden englobar en esta categoría. Más allá de lo apropiado del título de la campaña - ¿Acaso el Buzz no necesita mandos? -, o de las voces de nintenderos indignados por considerar esta campaña un plagio a Nintendo, lo cierto es que hay algo que llama la atención: El gran número de periféricos necesarios para jugar a estos juegos que se juegan sin mando.














Aunque sabemos que los personajillos que habitan los videojuegos no son reales sino meros pixels ejerciendo de actores, las compañías están empeñadas en dotarles de comportamientos, o al menos apariencia, con los que asemejarlos en forma y fondo a las personas de carne y hueso. Pero lo cierto es que muchas veces los pretenciosos enfoques de los desarrolladores distan mucho del resultado que permite la tecnología hoy en día. O por lo menos eso es lo que parece.
Hace un par de días leí un interesante artículo de opinión de Koiji Azawa (