Entrar al restaurante al ritmo del tema central de Zelda, bailar la canción de Super Mario Bros en la fiesta posterior al convite, que el pastel nupcial esté basado en el mundo de la principal franquicia de Nintendo y que las mesas del restaurante se hayan bautizado con el nombre de consolas es indicativo de dos cosas: Que Nintendo es la compañía de videojuegos más influyente de la Historia y que las cosas están cambiando, pues un nivel de frikismo así en una boda era impensable hace 10 años. El afortunadísimo Cory Stockton, diseñador jefe de niveles en Blizzard, es doblemente afortunado: Tiene un trabajo envidiable y una novia mujer la mar de comprensiva. A saber lo que le pidió a cambio...
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La boda perfecta para un gamer
