TESO: Scribes of Fate para uno, por favor

Scribes of Fate es el nuevo DLC introductorio de The Elder Scrolls Online de la historia del futuro Necrom, que nos va a permitir enlazar cualquier punto en el que estemos a esta nueva expansión cuya salida está prevista para el 5 de Junio de este mismo año.

Este nuevo contenido, aparte de varios coleccionables y objetos, trae dos mazmorras que nos darán retazos de hacia dónde va todo este tramo de Sombras sobre Morrowind. Con sus toques de horror cósmico por una parte se nos presenta la historia de la Sala del Escribano, dónde tendremos que infiltrarnos para combatir una secta daédrica a través de los planos de Oblivion. Por la otra parte, tenemos la ciudad de Bal Sunnar, una ciudad donde tendremos que ayudar a una miembro de la Orden Psijic a contener una magia temporal.

¿Interesante? Bueno, la lástima es… que no lo he podido jugar.

Tamriel a cachitos

El modelo de negocio de TESO trabaja así. Cuando planean el lanzamiento de una adición grande para el mundo tanto narrativa como mecánicamente, crean una hoja de ruta en la que comienzan con un DLC pequeño y luego el grande, para conseguir feedback y dar a los jugadores algo con lo que abrir boca para lo que llega. Luego, claro está, también añaden otros DLCs pequeños que enriquecen el mundo con narrativas nuevas o conocidas de los juegos anteriores.

Estas últimas se podrían nominar de un tanto sibilinas pues, habiendo tenido en Skyrim (por ejemplo) historias tan buenas como la Hermandad Oscura o la Hermandad de los Ladrones, siendo la de los amigos de lo ajeno destacable por incluir una rama entera de habilidades para la gente que le gusta toquetear el bajo fondo de los contenedores ajenos (algo que existía en anteriores entregas).

Por fortuna, para mí, no es un problema, pues tienes otro tanto contenido que jugar solo o con amigos como comenté en mi anterior post sobre TESO.

Y ahí radica el problema, solo o con amigos.

Pidiendo peras al olmo

Esta mal que me queje de falta de amigos en un MMO, porque al final de eso van los MMOs, de jugar con amigos, pero siempre defiendo el jugar solo. De hecho, no me suelo quedar en uno que no permita subir a máximo nivel por tu cuenta (cada uno tiene su vida y sus ritmos). Y la industria del género me da la razón, cada vez más obras enfocan sus esfuerzos a que los jugadores individuales tengan una experiencia completa. Por eso me gusta TESO.

Pero el camino paralelo para la gente que cuenta con otras personas con las que jugar tienen abierta otras opciones. Y no hablo de hermandades, hablo de las mazmorras. Y es en este DLC de Scribes of Fates donde tengo el problema. En que no he podido jugarlo por las mazmorras. Porque no están pensadas para los solo-players.

Cada vez que me internaba en una de estas instancias mazmorriles acababa amochado por el primer grupo de enemigos. Cada vez, pensaba en la historia que me gustaría desentrañar, pero un conjunto de pixeles diseñados para dar algo de loot, dando más o menos coherencia al escenario, me lo impedía, como un muro de «jaja no tienes amigos».

No me quejo, al fin y al cabo es un multijugador masivo, y entiendo que el equipo de diseño y DevOps (para quien no conozca este rol, son los que se encargan de decidir el contenido post lanzamiento) decida añadir elementos para que la gente juegue en grupo, es lo suyo.

Mi desgracia es intentar entrar a esta nueva historia de Necrom y el conjunto de Sombras sobre Morrowind, y que no pueda enterarme de estas premisas que os he contado, magia temporal y viajes interdimensionales. Seguramente me quejo por quejarme a pesar de tener una mosca detrás de la oreja que me susurra “Podían haber adaptado la mazmorra por número de jugadores”, y sin apenas notarlo, asentir y darle la razón.

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