La evolución del consumo de medios nos dice que vamos hacía entornos más personalizados, más flexibles y versátiles. Y ninguna de estas características las cumple la televisión. Éste dispositivo, instalado habitualmente en el salón de los hogares ha evolucionado realmente poco desde los años 60, cuando se masificó en Estados Unidos.
Hemos pasado de la televisión en blanco y negro al color, de ahí a pantallas planas y curvas. Hemos pasado de los hercios a las resoluciones HD, FullHD, 4K, 5K u 8K. Pero más allá de eso, el consumo sigue siendo el mismo: varias personas se reúnen en el salón y consumen de forma conjunta los contenidos televisivos.
Los videojuegos sí han evolucionado su forma de consumo. Hemos pasado de jugar en lugares colectivos como los salones recreativos, a entornos personales compartidos con amigos, como eran los juegos multijugador local de las anteriores generaciones. Sin embargo, Playstation fue la primera que permitió crear un puente entre ese juego colectivo, es decir, la pantalla grande de la televisión con el juego más individual y personal como es el de la portátil con PSP y su cross-play de Playstation 3.
En un entorno en el que los dispositivos portátiles que más aumentan son los smartphones y las tabletas, las consolas portátiles van perdiendo relevancia. Muchas de las ventajas competitivas que están tenían para ser un buen entorno de juego como la resolución de pantalla, mejores procesadores para generar gráficos y entornos tridimensionales, han pasado de ser una ventaja a ser un hándicap en comparación con los últimos modelos de teléfonos.
Sin embargo, las consolas de sobremesa han aumentado su parque casi a la par que disminuía el de portátiles. Efectivamente la gente juega más ahora que antes: cuando están fuera de casa juegan desde el móvil, y cuándo están en casa juegan con la tableta y con la consola de sobremesa.
La unión entre las tres grandes consolas de la presente generación parece separarse de la gran pantalla ya que los juegos actuales no contemplan la mayoría el multijugador local. La segunda pantalla como pueda ser una tableta o un Gamepad se antoja más cómoda para que mientras uno ve la televisión otro pueda jugar.
Nintendo lanzó en 2013 su Wii U con la propuesta de control más bizarra que había lanzado hasta la fecha: una pantalla táctil incorporada a un mando de control. Un concepto difícilmente explicable que les está costando los millones de consolas que no han conseguido colocar en comparación con sus competidoras. Sin embargo, era la propuesta más visionaria de todas ellas. Nintendo comprendió que el centro del entretenimiento de los hogares, la televisión, había sido superado por las tabletas. Y debían llevar la nueva atención de los jugadores hacia un dispositivo que permitiera la versatilidad de jugar en familia desde la pantalla grande, y en solitario desde el Gamepad.
Fue la primera de las tres en arriesgarse en lanzar una propuesta en la que la televisión quedara completamente relegada como un complemento más del entrenamiento en el hogar.
Éste gesto ha sido seguido por Sony con la posibilidad de jugar a títulos de Playstation 4 con un teléfono Xperia acoplado a un mando de PS4 a través de la red local, y recientemente por Project HoloLens. Éste último proyecto que fue presentado la semana pasada bajo el calor de Windows 10, fue el protagonista de los flashes y con motivo. HoloLens va un paso más allá del concepto de Nintendo de que la televisión sea un complemento más del juego, y hace que en este caso la televisión sea completamente prescindible. Para ello utiliza todo el buzz que generó Oculus Rift, con la tecnología de realidad aumentada que ya presentó Google Glass, pero llevada a un sistema cerrado y circular. En definitiva, Microsoft está creando un ecosistema propio de juego en el que la televisión no sea el eje central. Está ofreciendo un nuevo salto en la forma que tenemos de jugar e interactuar con los videojuegos.
Si el anuncio de HoloLens no dejó lo suficientemente claro su intención con la televisión, dio otra pista más al decir que todo aquel que posea una Xbox One, podrá jugar a sus juegos desde cualquier dispositivo con Windows 10 a través de streaming.
El concepto de streaming ha tomado especial notoriedad en el mundo de los videojuegos ya que significa directamente poder jugar a los juegos que quieres desde cualquier sitio y prácticamente en cualquier plataforma. Adiós televisión. Ya no es solo probable poder jugar a un juego triple A desde el tren, ahora es una realidad. Y para ello no se necesita una televisión, se necesita un sistema que permita leer el contenido del disco, procesarlo y enviarlo a través de una conexión a Internet a un dispositivo compatible como pueda ser un móvil, una tableta o incluso un sistema de videojuegos portátil como es PsVita.
La televisión seguirá siendo el periférico preferido para jugar en consolas de sobremesa, pero poco a poco, el concepto de consola de sobremesa y servidor que genera nuestras partidas en streaming irá haciéndose cada vez más difuso.
No es difícil imaginarnos un futuro de los videojuegos sin televisión, y sin las ataduras que esta tiene. De hecho, veo un futuro bastante próximo como el que propone la película HER en el que los juegos sean reproducciones holográficas en el salón, con las que se podrá interactuar de una forma natural.
Ésta generación de consolas que comenzó con Wii U y continúa con Playstation 4 y Xbox One, además de ser una generación conectada a Internet, es una generación que nos habla de otro modo de juego: uno en el que la televisión ha pasado a un segundo plano.
No estoy de acuerdo, aunque es un texto muy interesante.
Básicamente, aunque tenemos la posibilidad de jugar ciertas partes o juegos desde otras pantallas (como dices, Vita para juegos de PS4 o el tv-pad de WiiU para esta consola), ese no es el pilar ni de WiiU, ni de PS4. Nintendo, Sony y Microsoft por ahora no quieren que dejes la TV de lado para siempre, (lo del Hololens veremos cuánto tarda en caer como el innombrable periférico de Xbox One que venía junto a la consola sí o sí y que terminó siendo prescindible). Quieren que experimentes con esas opciones, pero es que lo que ofrecen ahora mismo es mínimo en ese sentido… no hablo de próximas generaciones, pero ésta en la que estamos, las TV´s serán impepinables sí o sí. Y eso me gusta, por qué no decirlo.
Por ahora, ninguna de las 3 grandes manufacturers de hardware quieren olvidar las TV´s con sus consolas current gen, y desde luego Nintendo no quiere que dejes sus portátiles (por lo menos mientras no se pasen al formato smartphone-tablet, que no creo que sea por ahora).
De la próxima gen ya hablaremos cuando se sepa algo, después de Oculus Rift, Morpheus, etc… entonces SÍ podremos decir que las TV´s empezarán a quedar un poco (sólo un poco) de lado…