No sé por qué, pero a mi estas consolas clónicas que fabrican los chinos me ponen. Me gusta ver juegos antiguos vendidos como novedades, me enamora el sentido que tienen para aprovechar las oportunidades, la simplicidad en la imitación que demuestran. A mi me regalan una de estas máquinas y no sólo prometo jugar con ella, sino que me han ganado para toda la vida. Señoras y señores, con todos ustedes, la MiWi.







