Hay días en que uno se levanta de la cama y piensa, "creo que hoy sería mejor no levantarme". Y según van pasando los segundos, los minutos, las interminables horas, esa impresión no hace sino acrecentarse. Vas a sacar a pasear al perro y resulta que la noche anterior se había merendado una bolsa de plástico (los que tengan perro saben de lo que hablo); coges el coche, y un atasco de 20 kms.; llegas a la oficina y te han dejado tarea para toda una semana con fecha límite ayer y para colmo se han meado en tu taza de café; tras un millón de horas, sales para casa y otro atasco, está tu suegra en casa, tu pareja te dice que quiere comprarse un
vibropower que cuesta un riñón y tu perro se ha desayunado las hojas de la palmera (los que tengan perro saben de lo que hablo).
Pues
Peter "TatooMan" Moore ha tenido uno de esos días. La diferencia entre un personaje público y uno privado es que si nosotros tenemos un día tonto, no se entera nadie. Si lo tiene alguien como él y encima se va a hacer una entrevista con
The Guardian, todas las salidas de tono que tiene pasan a formar parte de su currículo y del
wikiquote.
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