Hace un par de semanas, en una de mis visitas al pueblo, saqué del armario mis viejas consolas: una Atari 2600 Junior, un Amstrad CPC 464 (técnicamente no es una consola, pero yo sólo lo usaba para jugar) y una Mega Drive. Me salté la generación de Master System y NES. Casi no jugué a la primera, pero a la otra le dediqué muchísimas horas en casa de los amigos. En esa época yo seguía feliz con mi Amstrad. (más…)