Mi infancia estuvo marcada por dos juegos. Uno, Halo 4, por motivos obvios. Otro, Super Mario Kart para Super Nintendo. Su multijugador a dos bandas o, sobre todo, el fx al cruzar los puentes de madera, se me quedaron grabados en mi memoria. Lo jugaba en casa de mi colega José Manuel, junto al que descubrí otras joyas como Gauntlet para Amstrad CPC. Pero esa es otra historia. (más…)



