Double Fine, con Tim Schaffer a la cabeza, era, hasta ayer, el auténtico estandarte del micromecenazgo en los videojuegos, la historia de éxito, el sueño americano. Pero ayer se produjo lo que parecía imposible: la gente de Obsidian consiguió extorsionar reunir aún más dólares para su RPG. Un gran logro para un juego que quizá no llegaría a existir si no fuera por una plataforma como esta.
(más…)
El nuevo Rey de Kickstarter
