Wayfarer y yo nos hemos colado - gracias, tarjeta VIP - para probar Need for Speed: Shift en la zona abierta al público y hemos alucinado con la que EA ha montado: Tres pantallas por conductor, volante y sillón con force feedback, pedales de competición... Vamos, un lujazo para poder jugar al mejor Need for Speed que me he echado a la cara nunca.









