Acción o Efectos del S.N.P.T.L.R.

El Síndrome No Paranoico de las Tres Luces Rojas (S.N.P.T.L.R de aquí a continuación) afecta cuasi a la totalidad a la población aficionada a los videojuegos de este país. Los síntomas son claros. Por una parte tenemos el grupo de los llamados A.M.N.M.P. (A Mí No Me Pillas), formado por los sujetos que, a pesar de estar convencidos tanto por el catálogo como por el servicio Xbox Live, así como por otros "detalles" como el precio de la consola, no se arriesgan a comprar una Xbox 360 debido a su convencimiento de que, más temprano que tarde, sus mañanas/tardes/noches de ocio se verían interrumpidas fulminantemente debido a la aparición del llamado Efecto L.A.D.N. (Luces de Árbol De Navidad). No se les puede catalogar como totalmente paranoicos debido a que se amparan en unas estadísticas totalmente objetivas. (más…)

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Presentación World in Conflict

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El pasado martes estuvimos como unos campeones en una de las presentaciones oficiales de World in Conflict que se celebró en las oficinas de Vivendi Games en Madrid. Y ciertamente, el título de estrategia que nos sitúa en un what if , que habría pasado si el Muro de Berlín nunca hubiera caído y la CCCP siguiera siendo una superpotencia, es probablemente el título de estrategia más potente e interesante del año. (más…)

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Y la N-Gage 2 vio la luz

O casi. La verdad es que supongo que ésta será la noticia menos interesante del día pero me veo en la obligada tesitura de hablar de ello por haber sido uno de los pocos hombres que se han visto obligados a sufrir el testeo de todos los videojuegos lanzados para la plataforma portátil e incluso betas de muchos que finalmente no se pusieron a la venta. Y con la logradísima excepción de un Pathway to Glory, en dos entregas, que aún sigo considerando como uno de los mejores títulos portátiles de la historia, el resto del catálogo apestaba tanto como el aliento de un fumador de Montecristos.

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No es que no esté contento, gracias a los pingües beneficios que me proporcionaba la labor de analista catódico-ngager en MeriStation no tenía que poner pasta de más para tener internet en casa. Me forraba, vamos. Y el mercado de segunda mano era obsceno; recuerdo haber vendido a un coleccionista-trekkie un saco de juegos, no recuerdo la cantidad exacta (más de 20), pero realmente fue un saco repleto por la espectacular cantidad de 100 €. Casi tanto como la cuchara que el auténtico David Bisbal usó en el descanso de una actuación (aunque no dicen para qué). Eran días felices. (más…)

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