«Libera tu imaginación como si fueras un crío» [Análisis Double Fine Happy Action Theater]

Análisis Happy Action Theatre

¿Es Happy Action Theater un juego?. La respuesta sería algo así como «Depende de la edad que tengas». Pensemos en una cosa. Cuando somos pequeños cualquier cosa nos parece un juego aunque no lo sea. Coger una silla o tocar una pared. Eso ocurre cuando le hacemos una monería a un bebé o le vemos divertirse con una hoja de papel como si fuera un tesoro increíble. O cuando los críos son más grandes y vemos como se inventan sus propios juegos, jugando a indios y vaqueros con 4 ramas de árbol. Este juego invoca a eso precisamente: a que imagines y experimentes.

Análisis Happy Action Theater

¿Cómo lo hace?. Bueno, pues de buenas a primeras, no te vas a encontrar ni instrucciones, ni marcadores, ni absolutamente nada. Tan pronto te sitúes delante de Kinect y entres en el juego, se abrirán unas cortinas y te encontrarás a ti mismo delante de la pantalla de tu televisor moviendo las manos para regar con semillas tu inundado salón y así, ver como crecen las plantas y flores a tu alrededor. O verás como la pantalla se vuelva a blanco y negro y te conviertes en una especie de King Kong o Godzilla, encargado de destruir todos los aviones, helicópteros y naves espaciales que te atacan. O como te eres en una especie de muñecote aplastado que baila al son de la música disco. O como tus movimientos de manos y cuerpo sirven para formar geometrías psicodélicas en pantalla al son de la música. O como eres la tabla de un Arkanoid que se mueve en la dirección que tu lo haces de un lado a otro de tu comedor…

Como veis, todo es un tanto extraño y sinceramente, cuesta encontrarle la gracia al asunto. El juego te invita a liberar tu imaginación como si fueras un crío a lo largo de sus 18 actividades, pero esto cuando estás rozando el larguero de la cuarentena, o es imposible o te costará la vida por muy predispuesto que estés. En bastantes ocasiones, no sabrás que estás haciendo en pantalla.

Por esta razón, Happy Action Theater no se puede considerar un juego a no ser que tengas menos de 10 años. Es un programa de experimentación que, fuera de la edad de un niño, solo serviría para hacer practicas a un mimo, aspirantes a actores u onanistas encantados de conocerse. Claro que para eso, ya existen los espejos…

Pero si estás rodeado de críos, entonces la cosa cambia. Porque solo tienes que dejarles delante de Kinect y la tele para ver que consiguen hacer e imaginar con las propuestas de Double Fine. Entonces quizás, recuperes tu alma infantil y encuentres diversión al lado de ellos. Porque este título, probablemente si sea un gran juego para ellos, con un buen número de actividades visuales e interactivas para entretenerlos. Además el título reconoce hasta 4 personas cooperando en pantalla y como ellos no se cansan de experimentar, no les resultará corto (en un par de horas ya has hecho todo lo que se podía hacer) ni repetitivo -que lo es-.

Tim Schafer ha optado con este pequeño programa para Kinect y Xbox Live, al igual que con su anterior Barrio Sesamo, orientar sus miras al público infantil. Todos echamos de menos su gran ingenio a la hora de divertirnos cuando éramos jóvenes con juegos como Monkey Island o Day of the Tentacle. Quizás Tim Shafer no haya cambiado nunca y sigue haciendo juegos para jóvenes. Quizás soy yo el que he cambiado y ya no entiendo estas cosas. [5]

  1. Para que fuera una análisis completo te tendrías que haber grabado jugando xDD

    A ver, es un juego para niños, así que no creo que sea válido valorarlo como valorarías qualquier otro juego. Es como si en un crítico le pone un 2 a Pocoyó poqrque no le ve la gracia xDD.

    • A Pocoyó le veo la gracia, pero a esto no. Ya lo digo al final. Se me habrá pasado el arroz. Tiene su público y ya está. Pero ni siquiera se puede valorar como «juego» en si.

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