Streets of Rage 4: amor a quemarropa

Final Fantasy VII Remake, en mi opinión, ha marcado el camino de cómo no tiene que recuperarse una obra mítica. En cambio, este Streets of Rage 4 (DotEmu/Lizardcube/Guard Crush Games, 2020) demuestra que es posible coger una fórmula caduca y convertirla en uno de los juegos del momento.

Sigue siendo El Rey

Y es que Streets of Rage 4 es el mejor brawler clásico que he jugado desde los tiempos de Megadrive y de las recreativas. Y joder si ha llovido desde entonces.

Quizá el principal mérito es que no malgasta energías intentando reinventar la sopa de ajo. Las mecánicas base permanecen ahí. Juega solo o acompañado (con multi local y online) y recorre las 12+1 misiones para derrotar a cuanto gamberrx se te ponga por delante. Sí, se nota un esfuerzo en dotar al juego de una profundidad jugable que incentiva el conseguir el máximo número de puntos para desbloquear personajes clásicos y obtener bragging rights en las redes sociales.

Feminismo y hostias como panes

También es innegable que se ha intentado balancear el número de personajes controlables y NPCs de cada sexo para que haya un cierto equilibrio entre el género masculino y femenino. Fruto de ese esfuerzo nace Estel, la agente de la ley, para mi uno de los mejores personajes que he visto en un Streets of Rage.

Pero lo que es la base, lo que son los cimientos, son los mismos que los que coronaron al Streets of Rage original y a su secuela. Del 3 no hablo porque en su momento no lo jugué por el poco hype que me generó, siendo el 2 uno de mis juegos preferidos evah. A destacar también la colección de guiños que te puedes encontrar en cualquier rincón, haciendo referencia a sus predecesores.

Una música legendaria

Olivier Deriviere, con la colaboración del mítico Yuzo Koshiro, ha creado una banda sonora que rinde tributo a la trilogía original. Sí que es cierto que se echan en falta esas tonadillas de final de fase, de selección de personaje o incluso un tema rompedor para el final del juego, pero en el conjunto el trabajo es brutal. Como también son brutales los efectos de sonido que nos acompañarán en cada una de los cientos de peleas de los que se compone cada run a este SoR 4.

Rejugable hasta decir basta

Una vuelta a Streets of Rage 4 puede llevarte unas 2 horas, si es que puedes jugar solo una. Con los puntos que consigas podrás desbloquear personajes nuevos, incluyendo a los clásicos de la trilogía inicial. Y no será únicamente un skin, sino que sus movimientos originales se han recreado. Sí, pierden la profundidad de los nuevos personajes pero reparten hostias como panes y aguantan más que el ruso del concurso de bofetadas. Vamos, que están muy op, sobre todo Adam, una máquina de matar especialmente en su versión pixelada.

Conclusión

Streets of Rage 4 es divertidísimo como él solo. No se preocupa en intentar reinventar nada, sino que demuestra que la fórmula original sigue siendo suficientemente apetecible para conseguir robarnos un buen pedazo de nuestro tiempo de ocio. Y es que a veces los dobles saltos mortales no hacen otra cosa que complicar lo que debería ser sencillo. Y la diversión machacabotones es sencilla por definición y, bien llevada, es tremendamente efectiva.

Quizá no haya demasiadas virguerías o revoluciones, pero el paquete es tan entretenido que a poco que le encuentres gusto a lo de repartir hostias no pararás hasta desbloquear a todos los personajes del juego. Un título divertidísimo sin necesidad de echar mano de la nostalgia, que te mantiene enganchado hasta que el dedo pulgar ya no te dé más de sí. Y no es una forma de hablar, tengo una herida que casi me hace dejar de jugarlo tras unas cuantas horas de vicio. Pero es que es tan bueno… [90]

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