Los videojuegos y la animación japonesa tienen una historia conjunta que se remonta hasta la época de los primeros microordenadores y consolas. Desde juegos de Utena, Dragon Ball o Sailor Moon hasta títulos inspirados en Kill La Kill, Ataque de los titanes o One Piece, siempre hemos querido encarnar a los héroes de nuestros animes favoritos. ¿Qué tal lo hace Guardianes de la noche: las crónicas de Hinokami?
Una de CyberConnect2, por favor
Guardianes de la noche: las crónicas de Hinokami es un título del veterano estudio japonés CyberConnect2, especialista en títulos de temática anime con más de diez títulos desarrollados de la franquicia Naruto, así como juegos de JoJo’s Bizarre Adventure o Dragon Ball. Algunos mejores, otros peores, la fórmula de CyberConnect2 funciona a la hora de trasladar la acción de los animes y mangas al videojuego, con títulos que si bien no son espectaculares para el usuario promedio, son apreciados para los fanáticos y seguidores de los productos que adaptan.
Lo que pasa con este Guardianes de la noche: las crónicas de Hinokami es lo mismo que pasa con el resto de títulos de la compañía nacidos de animes: si no eres un gran fan –y a veces ni eso basta–, es complicado que el juego te entretenga más de un par de horas, lo cual para mi se agrava si ya conoces la historia que adapta. Kimetsu no Yaiba es un gran manga y un excelentísimo anime que hace las delicias de cualquier fan de la animación no solo japonesa sino como género en sí, y para este videojuego, en lugar de buscar sorprender al jugador con algo nuevo, lo único que recibimos es lo mismo que ya pudimos disfrutar con el anime o el manga. ¿Y eso es interesante?
La trama paso a paso
Aquí ya es cuestión de gustos, pero a mi se me hizo pesado el sistema de juego y la forma que tiene el título de avanzar en su modo historia. Si ya has visto la serie o leído el manga, y sobre todo si lo hiciste hace poco como es mi caso, es un modo donde te dedicará a avanzar por los pocos escenarios de cada capítulo buscando los coleccionables que hayan y haciendo las batallas que toquen, pulsando el botón B –en el caso de la Switch– para ir saltando las cinemáticas que nos cuentan los mismo que ya sabemos, con un estilo gráfico similar al del anime utilizando el motor del juego –que a momento incluso da el pego–, pero menos dinámicas y cortando trozos de la misma para colocarlos aparte y así acelerar el tiempo de juego.
Quizá si llevas sin ver la serie años y te apetece jugarla en lugar de verla, este resumen/adaptación venga bien, pero personalmente me ha resultado aburrido y falto de inspiración. Tener un juego como este y no expandir la trama me parece vago en muchos aspectos, pero es algo que también ocurría con las entregas de Naruto desarrolladas por la compañía. Por suerte el juego se ve bien y, en su afán por adaptar las peleas y escenas lo más fielmente posible, no nos perderemos las ejecuciones finales de los demonios gracias a QTE que trasladarán la acción a un plano más dinámico… pero menos interactivo.
Combates sencillos en ejecución pero divertidos de vivir
Los combates de Guardianes de la noche: las crónicas de Hinokami por otro lado son sencillos, pero con la suficiente complejidad para que no resulten aburridos, sobre todo en su vertiente PvP. En el modo historia no desmerecen, pero si que es cierto que si buscas las puntuaciones más altas para desbloquear los premios –de esto hablaremos más adelante– requerirán de un estilo de juego más defensivo que quizá no convenza a todos los jugadores… además de habilidades que cada cierto número de golpes te tiran para atrás para que no abuses de la IA una vez la coloques en un aprieto.
Por el contrario, el modo multijugador es el punto fuerte del título y donde la mayoría de los fans de este tipo de juegos se pasarán las horas una vez acaben la historia. Jugar contra otras personas online y entrar en las tablas clasificatorias es algo divertido y desafiante, pues al ser relativamente limitada la variedad de combos disponibles y las diferencias en personajes al ejecutarlos son prácticamente inexistentes, no hay una diferencia muy palpable de nivel entre personajes… lo cual si no fuera por lo chulos y variados que son los ataques visualmente terminaría haciendo que todos los personajes parecieran iguales.
Coleccionables por doquier
Pero si una cosa hay que darle es su mimo al fan. Guardianes de la noche: las crónicas de Hinokami cuenta con una amplia galería de voces, trajes, música, escenas sacadas del anime y escenas animadas con el motor del juego que cuentan toda la historia de la primera temporada del anime y de la película del Tren infinito. El fan de la franquicia se puede tirar horas y horas dedicándose a obtener todos los coleccionables del juego, obtenibles mediante puntos de juego que se consiguen principalmente en el modo online al completar una serie de partidas. Lo malo, a su vez, es que o juegas en online o es imposible conseguir todos los coleccionables.
Y es una lástima, porque a mi el juego me había picado a sacármelo y, si no necesitara echarle tantísimas horas al online, me lo habría pasado bien desbloqueando todo. Por desgracia esto no es así, y aunque podemos sacar puntos en la historia y en el modo entrenamiento, son insuficientes –y por mucho– para obtenerlo todo.
En resumen
Así pues, ¿qué valoración le puedo dar a un juego como este? Es divertido, pero poco innovador y la trama es algo que ya sabemos. El online me gusta, pero el combate es poco profundo para bien y para mal. Infinidad de colecionables que obtener pero premiando principalmente un único modo de juego para ello…
Por cada punto positivo encuentro una sombra que empobrece un título que, a nivel técnico, no esta nada mal: sin ralentizaciones, con un cell shading muy logrado que recuerda a la serie incluso, con una banda sonora que aunque extraída en su mayoría de la serie sigue siendo muy buena. Por todo esto, aunque a nivel personal me ha gustado y se que a los fans de Guardianes de la noche puede parecerles un producto atractivo, no es nada del otro mundo. Uno de esos juegos de que habrá gente que ame y gente que odie con todo su corazón. [68]