Pixel Sonoro #04: Hideki Naganuma

Bienvenidos a «El Píxel Sonoro», el rinconcito musical de AkihabaraBlues donde podréis descubrir cosas sobre los compositores que nos han marcado en el mundo del videojuego. Hoy hablaremos de Hideki Naganuma, el músico shitposter de Twitter con alma de fiesta y funk.

Hay bandas sonoras, o canciones solamente, que cuando las escuchamos, sin tener ni idea de cuál es, podemos intuír a qué sistema pertenecen, a que saga o, incluso, a que compositor. Cuando se alcanza este estatus donde como artista eres capaz de crear una impronta en cada trabajo que toca, con melodías, ritmos y bases que como consumidores asociamos rápidamente, sabes que algo estás haciendo bien. Y este es el caso de Hideki Naganuma.


Everybody Jump Around

A este compositor de Sapporo le ha acompañado siempre el ritmo desde que, a los cinco años, vio a su hermana mayor comenzar a dar clases de órgano electrónico. Esto le picó la curiosidad, así que pidió si le podían apuntar a él también, empezando con el instrumento que le ha acompañado hasta ahora: el Electone de Yamaha. Parece una tontería, pero esta elección de instrumento ya marcó profundamente su futura carrera musical. Mientras que en los estudios de piano clásico se suele imponer una interpretación formal de la obra que se esté tocando, con el órgano electrónico se procura dar a los estudiantes libertad para improvisar y crear piezas más alocadas, pudiendo también controlar la melodía, los coros, las bases y la percusión que suenan en solitario.

Hideki Naganuma en su juventud ya era un genio usando el Electone –y curiosamente, subcapitán de su equipo de baloncesto de la escuela –, llegando hasta el grado cuarto –en una escala del 13 al 1– antes de abandonarlo al pasar al instituto, momento en el que comenzó a escuchar por influencia una vez más de sus hermanos mayores música extranjera. Los géneros que más le gustaban eran los más asociados a la cultura afroamericana, como el Rythm & Blues, el jazz y, como no, el funk. Con músicos como Stevie Wonder o Prince entre sus referentes, y con muchas ganas de imitarles, se buscó un trabajo por las tardes mientras estaba en el instituto sin decírselo a sus padres para poderse comprar el equipamiento para dar sus primeros pasos en el sector.

Durante esta etapa, Hideki Naganuma se pasó gran parte de su tiempo libre creando secuencias de sonidos con las que montar sus composiciones. La primera vez que mostró al mundo su potencial fue en un concurso para idols nacional llamado Nice Guy Contest, donde compuso la letra, samples y música para una canción llamada My Girl que interpretó en directo bailando y cantando. El premio de este concurso era coprotagonizar una película con la actriz Kumiko Gotoh y un millón de yenes en metálico, y lo curioso del tema es que casi lo consigue, llegando a la final y perdiéndola contra el ahora actor Eisaku Yoshida.

Funky Radio

Pese a perder, este concurso le dio el suficiente reconocimiento para que, ya en preparatoria, se hiciera un habitual en el programa Poppun Oukoku de la cadena de radio japones HBC, donde envió una cinta con temas que había compuesto y les gustó su estilo. Dado que el programa tenía conexiones con la compañía Yamaha, se le permitió participar durante dos años en el concurso Teens Music Festival y mostrar lo que podía hacer.

«En el momento [en el que se celebraba el festival] fue cuando ocurrió la “explosión de las bandas”. Todo el mundo quería estar en una e ir a la moda. Así que ahí estaba yo, cantando y bailando mis propias canciones. Y el año siguiente además fui a los nacionales, así que también canté y bailé en medio de la Nanako Sun Plaza.»

Casualidades de la vida, un director de la discográfica Epic Records le vio tocar ese día en directo y le ofreció un contrato como artista y un billete directo a Tokio para intentar hacer un debut… que nunca llegó. A los 20 se mudó a Tokio con la promesa de debutar y entre trabajos de dj, camarero y enviar temas para que los arreglaran e intentar debutar, se acabó cansando de la falta de variedad que veía en la industria J-pop del momento y decidió cambiar de planes. Su interés por la música para bandas sonoras y la música dance occidental creció conforme más tiempo pasaba trabajando en un bar de Tokio llamado Blue Note Tokio, famoso por su ambiente de jazz y los músicos famosos que suelen pasar por ahí. La mezcla de jazz, fusión, salsa, bossa nova y demás estilos de cámara fue algo inspirador para Naganuma, que vio nacer su nueva pasión como compositor.

«Admiraba mucho a artistas como Ryūichi Sakamoto, que componían para cine, y quería ser como ellos, pero a su vez me gustaban los videojuegos, con PlayStation, Sega Saturn, etc. Los videojuegos cambiaron a CD […] y cuando cambiaron a CD, el sonido mejoró muchísimo. Podías tener orquestas, J-pop, música cantada… todo era posible para la música de videojuegos. Así que si es música para videojuegos pensé que podría trabajar de ello para saltar a la música de cine.»

Rock It On

A través de un anuncio que se encontró en una revista donde Sega pedía «creadores de sonido», Naganuma se presentó para el trabajo y logró el puesto. Una vez dentro de la empresa comenzó a trabajar como músico en Hip Jog Jog (Sega, 1998), su primer proyecto como músico para videojuegos y un extraño aparato digital que simulaba una mesa de dj para niños, a la vez que arreglaba las voces para Shōjo Kakumei Utena: Itsuka Kakumeisareru Monogatari (Sega, 1998), un simulador de citas basado en la serie Revolutionary Girl Utena lanzado para Sega Saturn.

Su siguiente trabajo fue con un juego mítico de la compañía:Sega Rally 2 (Sega, 1999). Junto a Tomonori Sawada compuso la banda sonora para sus conversiones en Dreamcast y PC. A continuación, colaboró con otros artistas para la banda sonora de Atsumare! Guru Guru Onsen (Sega, 1999), un extraño juego de naipes para Dreamcast, y compuso la canción Ebb & Flow para un juego hípica llamado JRA PAT (Sega, 2000). Tras estos dos últimos trabajos, desde Sega lo pusieron al mando de un producto original y único en su especie. Hablamos, como no, de Jet Set Radio (Sega, 2000).

Let Mom Sleep

Hideki Naganuma puso su firma como compositor principal de este título tan llamativo que salió en los últimos coletazos de Dreamcast. Con un estilo visual y sonoro como ningún otro juego hasta el momento, el reconocimiento que obtuvo el título fue principalmente fuera de Japón, donde sí alcanzó un estatus de culto y se alabó en casi todas sus facetas. Melodías como las de Let Mom Sleep, Humming The Base o Sneakman son de sobra conocidas para todos aquellos que hayan caído en algún momento en el juego.

«[Para crear la música de Jet Set Radio] primero creaba una imagen completa del estilo musical y el groove (ritmo). A continuación, creaba una pista de ritmo y le añadía los bajos, los riffs de guitarra, etc. Pero en muchas casos la imagen musical final era muy distinta del concepto original. Cuando escuchaba las voces o los samples a veces me venía la idea para la imagen musical.»

El título elevó a Naganuma dentro de la empresa, lo que le procuró también el cargo de compositor principal tanto para el desconocido spin-off de la saga Typing Jet (Sega, 2001) para los dispositivos móviles J-Phone como para su secuela de Xbox Jet Set Radio Future (Sega, 2002). Una nueva banda sonora mucho más cañera y larga que robaba protagonismo incluso al propio juego, mucho más pulido en todos sus aspectos a su predecesor. Temas como Fly Like a Butterfly, Funky Dealer o Teknopathetic son tremendamente conocidos entre los fans, pero como el mismo admitió en una entrevista, su tema más famoso es sin duda Concept of Love.

Concept of Love

La carrera de Hideki Naganuma en Sega duró diez años como compositor in house, destacando entre ellos títulos como Ollie King (Sega, 2004), una extraña recreativa de patinaje compuesta íntegramente por temas de Naganuma o Sonic Rush (Sega, 2005), la primera entrada del erizo azul para Nintendo DS junto a Teruhito Nakagawa. Aparte de estas bandas sonoras, Naganuma también compuso temas sueltos para otros títulos de la compañía, como el tema Get It 2 Win It del videojuego Tsukurou! 3 (Sega, 2003), Boosted para Sega Rally 2006 (Sega, 2006) o Southpole (Winter Banana Pretz Mix) para Super Monkey Ball: Banana Blitz. Sus últimos trabajos dentro de la compañía fue el de crear la música para las cutscenes y los efectos de sonido para Yakuza Kenzan (Sega, 2008), el cual hizo que no pudiera participar en la secuela de Sonic Rush por temas de organización de equipos, y supervisar los temas de Sega para Super Smash Bros. Brawl (Nintendo, 2008). Como curiosidad, durante sus últimos años en Sega también compuso también música para tres animes: un arreglo de la canción Fuusen Gum (Gintama Mix) para Gintama, los temas Love Sensation y Sky-2-High para Air Gear y el arreglo de Under The Spreading Chestnut Tree para Dance no Chikara.

A partir de este momento, Naganuma comenzó a actuar como freelance, aunque intentó entrar en Nintendo en dos ocasiones sin suerte. Uno de los más famosos sin duda es su tema para Beatmania IIDX 20: Tricoro (Konami, 2012) LUV CAN SAVE U, el cual se convirtió en un himno entre los fans de la saga, que luego remezcló para la siguiente entrega de la saga. Otras colaboraciones incluyen la vuelta a Sega para los spin-off de Yakuza en PSP Kurohyō: Ryū ga Gotoku Shinshō (Sega, 2010) y Kurohyō 2: Ryū ga Gotoku Ashura Hen (Sega, 2012), un tema para Yakuza 5 (Sega, 2012) titulado Vendor Pop y un par de temas para Super Monkey Ball 3D (Sega, 2011).

AIN’T NOTHING LIKE A FUNKY BEAT

Al final, en 2014 Naganuma volvió a colaborar con Nintendo, esta vez por libre, supervisando la música de Super Smash Bros. 4. Sus últimos trabajos en la industria han sido la composición de los temas HEAVEN★UP y NEVER 4EVER para Hover (Fusty Game & Midgar Studio, 2017); un juego de parkour futurista, FEEL the POWER in YOUR SOUL para el juego de cartas coleccionables War of Brains (Adglobe Inc., 2016); la remezcla del tema When The Moon’s Reaching Out Stars para Persona 3: Dancing in Moonlight (Atlus, 2018); AIN’T NOTHING LIKE A FUNKY BEAT para el juego de lucha 2D Lethal League Blaze (Team Reptile, 2017); Freezing Paradise para el remaster de Super Monkey Ball: Banana Blitz HD (Sega, 2019) y su última colaboración lanzada: PUMPIN JUMPIN para Warp Drive (Supergonk, 2020), un arcade de carreras con aspecto futurista. También iba a aparecer como artista invitado en Streets of Rage 4 (Dotemu, Lizardcube & Guard Crush Games, 2020), pero por problemas de agenda su colaboración se canceló. Actualmente, Naganuma está colaborando de nuevo con Team Reptile en la banda sonora del futuro Bomb Rush Cyberfunk. De momento es el único compositor anunciado para la banda sonora y ya ha mostrado dos de los temas que aparecerán en el juego: GET ‘ENUF y JACK DA FUNK.

Hideki Naganuma es uno de los compositores más curiosos dentro de la industria. Con una cuenta en Twitter donde acumula casi trescientos mil seguidores, la mayoría de sus seguidores son internacionales y se dedica a publicar shitpost para divertirse y a hacer el loco, además de responder de tanto en tanto a preguntas sobre su época en Sega y opiniones varias sobre el mundillo… aunque principalmente shitpost. Una figura única donde las haya con una historia bastante llamativa a sus espaldas, colaborando con estudios de renombre como Sega, Atlus, Nintendo, Capcom o Konami siempre fiel a su estilo cañero y funky y muy querido por los fans: ese es Hideki Naganuma.

Esta sección se escribió para el programa número 746 de Game Over, narrado por Isaac Viana, que podréis escuchar clicando en el enlace. También puedes leer el anterior Píxel Sonoro dedicado a Junko Ozawa clicando aquí.

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