Tras We Happy Few, Compulsion Games se la juega a bordo de MS

We Happy Few llegó hace apenas unos días y el resultado no fue lo que esperábamos, es un hecho. El proyecto, que no ha estado exento de polémica, marca un antes y un después en el devenir de Compulsion Games, que pasó a formar parte de Microsoft durante el pasado E3 de Los Ángeles.

We Happy Few, crónica de una muerte anunciada

Los desarrollos que acaban cambiando de rumbo no suelen acabar demasiado bien, que se lo digan al remake de Final Fantasy VII, por ejemplo. Sin alejarnos de la longeva franquicia de Square Enix, no podemos olvidarnos de Final Fantasy XV, un título que llegó varios años después de que la compañía nipona lo anunciara como Final Fantasy Versus XIII, un spin-off de la Fabula Nova Crystallis, la trilogía protagonizada por Claire «Lightning» Farron. De otros casos más controvertidos como Deep Down, mejor ni hablamos…

We Happy Few ha protagonizado un desarrollo bastante peculiar, y es poco queda del famoso tráiler que logró conquistarnos a todos durante la PAX East 2015. Un vídeo que nos recordó, inevitablemente, a BioShock, una de las franquicias más laureadas de la pasada generación —y que podemos disfrutar en las consolas actuales gracias a la trilogía remasterizada—. Para sorpresa de todos, apenas un año después conocimos que finalmente, estaríamos ante un roguelike con elementos generados de forma aleatoria, algo que resultó difícil de entender luego de haber disfrutado del citado tráiler original.

Si usted no rebosa felicidad, tendrá que acompañarme a comisaría…

Recapitulando: nos presentaron una gran historia, marcada por la atractiva premisa argumental de una ciudad en la que la única ley es ser feliz. Nadie podía esperar que finalmente se encontraría ante un título renovable cuya piedra angular no sería otra que los caprichos del azar. Para más inri, los desarrolladores de We Happy Few volvieron a realizar un segundo y último cambio de rumbo, desvelando la existencia de una campaña dividida en tres arcos argumentales y dejando atrás su naturaleza roguelike… Aunque el resultado tampoco ha sido el que nos habría gustado, y es que el juego arrastra los vicios adquiridos propios de haber «querido ser» varias cosas.

¿Qué tenemos ahora? Una propuesta ambiciosa que no termina de tener clara su propia identidad. Durante las semanas previas al lanzamiento final —luego de pasar un largo tiempo disponible mediante acceso anticipado—, los usuarios tenían la sensación de no saber con exactitud a qué tipo de experiencia estaban a punto de enfrentarse.

Hoy por hoy, We Happy Few es un título con una premisa apasionante, que puede presumir de una dirección de arte que roza la brillantez, pero que, lamentablemente, pocas veces logra funcionar como videojuego por culpa de una horrible ejecución de sus mecánicas, un paupérrimo rendimiento técnico y una mezcla de géneros que no logra ofrecernos una experiencia sólida en prácticamente ningún momento.

A continuación, nos os perdáis el famoso tráiler de 2015.

Microsoft, clave en el futuro de Compulsion Games

Las previsiones en cuanto al devenir del estudio canadiense no pueden ser más inciertas, y es que después de un debut tan discreto como el protagonizado por Contrast allá por 2013 —otro proyecto con muy buenas ideas que pasó sin pena ni gloria por el mercado—, lo sucedido con We Happy Few no hace más que poner en duda la capacidad de un estudio al que le sobra talento, pero que, ya sea por no contar con los recursos suficientes o por su inexperiencia, no logra concebir un conjunto sólido a nivel jugable. Tal vez, Microsoft sea la llave que Compulsion Games necesita para triunfar…

Aunque Contrast tenía buenas ideas, el resultado no fue el esperado

La conferencia de los de Redmond en el E3 2018 sorprendió a todos cuando Phill Spencer, micrófono en mano, anunció la adquisición de cuatro empresas que pasan a formar parte de su plantel de estudios: Ninja Theory, Playground Games, Undead Labs y, cómo no, Compulsion Games.

Por el momento, desconocemos los planes de futuro que Microsoft tiene previstos para todos ellos, pero si algo podemos dar por hecho, es que a partir de ahora disfrutarán de una serie de recursos ante los que deben estar frotándose las manos. Aunque es cierto que el talento es una de esas cosas que «se tienen o no se tienen», resulta innegable que un presupuesto elevado cambia la manera de trabajar, permitiendo hacer las cosas con mayor solvencia.

Aunque Microsoft no ha sido parte activa del desarrollo de We Happy Few, la realidad es que la imagen que la comunidad se lleva de su nuevo estudio no es buena, es innegable. Sin embargo, lo que no podemos hacer es mirar hacia otro lado y olvidarnos de algo muy importante: Compulsion Games es un estudio creativo, talentoso y aficionado a concebir propuestas que se desmarcan de lo que vemos durante el día a día.

La división liderada por Phil Spencer tiene la obligación de serenarse, comprender lo que tiene en sus manos y apostar sin miedo por un equipo que, a pesar de sus tropiezos, reúne todos los ingredientes necesarios para triunfar con algo único e irrepetible. Solo necesita un empujoncito…

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